Les propongo la lectura conjunta de dos textos que presentan conceptos enlazados y nos van a permitir una captación del registro imaginario del yo.
El estadío del espejo describe la formación del Yo como resultado de la identificación con la propia imagen especular, el reflejo del propio cuerpo en el espejo, la imagen de uno mismo que es simultáneamente uno mismo y otro.
En contraste con la falta de coordinación motriz, Lacan denomina “acto psíquico” a este momento en que el niño ve su imagen como totalidad.
El estadío del espejo nos muestra que el yo nace como virtualidad, que es producto del desconocimiento y nos indica el sitio donde el sujeto se aliena a sí mismo.
“Yo es otro”, constituye una unidad ilusoria porque proviene de Otro, es función del deseo de la madre.
El estadio del espejo introduce al sujeto en el orden imaginario, no obstante tiene una dimensión simbólica importante: sin matriz simbólica, no hay yo.
Vamos a ver en el texto los distintos tiempos del estadío del espejo y la relación con el otro, que da cuenta de la agresividad.
Por su parte, la agresividad es la tensión inherente a la estructuración yoica, y está ligada al concepto freudiano de pulsión de muerte.
Lacan nos transmite en cinco tesis los modos de leer esta agresividad en la experiencia clínica como intención de agresión y como tendencia agresiva. También el texto da razones teóricas que motivan la técnica del análisis.
Los invito a recorrer juntos estos dos textos sumamente clínicos.
-Liliana Goldin
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